La economía sumergida es una de las preocupaciones más importantes de Hacienda
ya que supone el 24% sobre el PIB, frente al 13% de la media de la Unión Europea.
Lo más común es la ocultación parcial de los ingresos. porque normalmente suelen dejar de declarar una parte de lo que cobran en efectivo, por eso la comprobación de la inspección suele centrarse en sectores que trabajan con metálico y en otros indicios que marca el plan de actuación.
Como cada año, el plan de control tributario se divide en distintas actuaciones que desarrolla el cuerpo de inspectores a lo largo del ejercicio para vigilar que los contribuyentes cumplen con sus obligaciones fiscales.
Aumentando la vigilancia de los negocios en base a estos 6 aspectos:
1. No admitir pagos por medios bancarios -datáfono- o exigir el abono en metálico.
Ya que el uso de medios de pago electrónicos, como tarjetas de crédito, permiten a Hacienda rastrear con mayor facilidad las transacciones y detectar ingresos no declarados; y la verificación de la conciliación bancaria de las empresas permiten detectar discrepancias entre los ingresos declarados y los registrados en los movimientos bancarios.
2. Más presencia en aquellos sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida por trabajar directamente con el consumidor final.
3. Incoherencias entre los signos externos de riqueza y los ingresos declarados
porque los signos externos de riqueza, de patrimonio, de rentabilidad o información financiera sean incoherentes con respecto a las rentas declaradas.
Cuantas más discrepancias tiene un contribuyente, más posibilidades tendrá de ser llamado.
Esas discrepancia pueden ser muy variadas: personas que presentan bajas rentas o bajos beneficios y que, sin embargo, tienen desde vehículos de gama alta hasta embarcaciones recreativas o incluso son titulares de una tarjeta visa oro.
La identificación de ventas no declaradas mediante el análisis de sectores económicos y de la evolución del IVA repercutido e ingresado.
4. Hacienda incluirá el historial de incumplimientos de los autónomos como criterio sancionador.
Si un autónomo presenta fuera de plazo una declaración y eso puede acarrear una sanción,
pero esa declaración que presenta fuera de plazo no implica un pago, pueda revisarse el historial y si el retraso no es recurrente, no sancionar.
Pondrá el foco este año sobre los autónomos que no hayan presentado en plazo,
o hayan cometido errores, sus autoliquidaciones tributarias en el pasado.
5. Hacienda vigilará que la residencia fiscal sea correcta
por la diferente tributación existente en una Comunidad Autónoma distinta de la real, con la intención de aprovecharse indebidamente de una inferior tributación.”
6. Ocultación de actividades empresariales o profesionales y uso abusivo de sociedades.