Estas, entre otras, son algunas de las principales razones por las que te estés planteando un cambio en la asesoría que gestiona tu empresa:
1. No te sientes realmente atendido:
No te llaman.
No te escriben para informarte de asuntos importantes para tu negocio como subvenciones , datos de tu negocio u otras ventajas de las que podrías estar sacando mucho provecho.
No te informan de cuántos impuestos te salen a pagar hasta que lo ves cargado en la cuenta y no te estudian opciones para mejorarlos.
2. Han cometido errores en su gestión y no han asumido la responsabilidad o reparado el daño.
Esto te provoca una gran intranquilidad que no te permite centrarte en tu negocio porque no estás plenamente seguro de que las cosas se estén haciendo bien y prevés que eso pueda afectar negativamente a tu negocio con multas y sanciones.
3. No tienes una relación estrecha con tu asesor.
El trato es completamente impersonal y tú necesitas alguien con quien contar y a quien poder llamar para que te apoyo en el buen desarrollo de tu negocio.
No conoces al responsable para consultarle temas globales o específicos de tu empresa.
No sabes quién gestiona la información de tu empresa.
Tienes la sensación de que molestas cuando realizas tus consultas.
No tienes la suficiente confianza en tus asesores.
4. No te hablan en un lenguaje que tú puedas comprender,
Utilizan demasiados tecnicismos y no se preocupan por explicarlo de la manera más sencilla.

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