Es una pregunta que muchos autónomos y empresarios se hacen al final de cada año.
Es frustrante que tu gestor te diga que tu negocio declara beneficios, pero al mismo tiempo no dispones del dinero suficiente en caja para cubrir gastos diarios o realizar nuevas inversiones.
La respuesta está en la diferencia entre los beneficios contables y el flujo de caja.
.
Beneficios vs. Flujo de Caja: La gran diferencia
El beneficio contable refleja los ingresos que tu empresa ha generado menos los gastos incurridos.
Sin embargo, este cálculo no siempre coincide con el dinero disponible.
El flujo de caja muestra el dinero que entra y sale del negocio, es decir, la liquidez real de la empresa.
A continuación, te explicamos algunos de los factores clave que pueden causar esta disparidad entre los beneficios y la liquidez:
.
1. Cobros pendientes de clientes
El hecho de tener ingresos contabilizados no garantiza que ya hayas recibido ese dinero.
Muchas veces, las facturas emitidas a tus clientes tienen plazos de cobro extendidos, lo que puede retrasar la entrada de dinero.
Es importante llevar un control riguroso de las facturas pendientes y gestionar bien los plazos de cobro para evitar problemas de liquidez.
Consejo: Establece plazos de pago claros y considera incentivos por pronto pago o intereses por demora para mejorar el flujo de caja.
2. Inversiones realizadas
Las inversiones en maquinaria, equipo o mejoras en el negocio son necesarias para crecer, pero representan una salida importante de efectivo que no se refleja inmediatamente como liquidez disponible. Aunque estas inversiones se registran en el resultado, pueden tardar tiempo en generar cobros y, por lo tanto, en mejorar tu flujo de caja.
Consejo: Planifica las inversiones a largo plazo, asegurándote de que tu flujo de caja pueda absorberlas sin comprometer la operatividad diaria.
3. Amortizaciones de préstamos
Si has financiado parte de tus operaciones con préstamos, es posible que estés pagando cuotas mensuales que afectan directamente tu flujo de caja. Aunque estos pagos no se reflejan como un gasto en el cálculo de los beneficios, sí representan una salida constante de dinero.
Consejo: Revisa tus opciones de financiamiento para asegurar que las cuotas sean manejables y no afecten tu liquidez.
4. Retiradas del autónomo del negocio
Como autónomo, las retiradas de efectivo para cubrir tus necesidades personales pueden reducir el dinero disponible en la empresa. Aunque los beneficios del negocio sigan siendo positivos, si haces retiradas constantes y elevadas, puedes poner en riesgo la liquidez del negocio.
Consejo: Mantén un equilibrio entre tus necesidades personales y las del negocio. Fíjate un sueldo o una cantidad fija que puedas retirar sin afectar gravemente la liquidez.
5. Nivel de stock almacenado
Tener un exceso de inventario puede afectar negativamente tu flujo de caja. Aunque el valor del stock se contabilice como un activo, ese dinero no está disponible hasta que vendas los productos. Si acumulas demasiado inventario sin rotarlo, estarás atando capital que podrías usar para otros fines.
Consejo: Optimiza la gestión de inventarios. Intenta mantener un nivel de stock adecuado que te permita cumplir con la demanda sin sobreabastecerte.
.
Conclusión: La clave está en la gestión del flujo de caja
Tener beneficios contables es siempre una buena señal, pero la clave para mantener la salud financiera de tu negocio es gestionar el flujo de caja de manera efectiva. Controlar los cobros, planificar las inversiones y equilibrar las retiradas personales son algunas de las acciones que pueden ayudarte a evitar problemas de liquidez.
En Cuentamas Asesoría, entendemos la importancia de mantener el equilibrio entre los beneficios y el flujo de caja. Nuestro equipo de expertos está aquí para ayudarte a gestionar todos estos aspectos, ofreciendo soluciones adaptadas a tus necesidades para que tu negocio no solo sea rentable, sino también saludable financieramente.
¡Contáctanos y asegura la estabilidad de tu negocio!