Contratar un nuevo empleado es una decisión estratégica que puede tener un impacto significativo en las finanzas de un negocio. No solo se trata de cubrir una necesidad de personal o de responder a un aumento en la carga de trabajo, sino de evaluar cuidadosamente si el nivel de ventas actual, o el incremento de ventas proyectado, permitirá cubrir los costes asociados a la contratación de un nuevo miembro en el equipo.
A continuación, exploramos los factores clave que debes considerar para determinar cuándo es el momento adecuado para ampliar tu equipo y qué nivel de ventas debes alcanzar para que esta inversión en recursos humanos sea rentable.
Coste total de un empleado: más allá del salario
Uno de los errores más comunes al evaluar el coste de un nuevo empleado es considerar únicamente el salario bruto. Sin embargo, hay otros gastos laborales que aumentan significativamente el coste total, y es fundamental tenerlos en cuenta para evitar sorpresas en el presupuesto.
- Salario y Seguridad Social:
Además del salario bruto que recibe el empleado, la empresa debe pagar una cotización a la Seguridad Social, que varía en función del salario y de las condiciones laborales del empleado.
Esta cotización cubre, entre otras cosas, las pensiones, las bajas médicas y las prestaciones por desempleo. - Prevención de Riesgos Laborales y Seguro de Convenio:
Las empresas están obligadas a garantizar la seguridad y salud de sus empleados.
Esto implica contratar servicios de prevención de riesgos laborales y, en algunos sectores, un seguro de convenio para cubrir posibles accidentes o eventualidades en el lugar de trabajo.
Estos costes adicionales son imprescindibles para cumplir con la normativa y proteger tanto al trabajador como a la empresa. - Costes de formación y equipo:
Además de los gastos legales, es posible que necesites invertir en formación y en el equipo necesario para que el nuevo empleado pueda desempeñar sus funciones de manera eficiente.
Estos son gastos adicionales que, aunque no son recurrentes, deben ser considerados en el análisis de costes.
Horas no productivas: un factor a tener en cuenta
A la hora de calcular el coste real de un empleado, también es importante considerar que no todas las horas que trabaja serán productivas. Durante el año, los empleados tienen derecho a periodos de vacaciones, permisos, días de baja por enfermedad y otros tiempos de ausencia justificados.
Aunque estas horas no productivas no generan ingresos, sí representan un coste para la empresa.
Por tanto, es esencial tenerlas en cuenta en el análisis de viabilidad, ya que afectan al rendimiento y al coste efectivo de cada hora trabajada.
Cómo calcular el nivel de ventas necesario para cubrir el coste de un nuevo empleado
Para evaluar si el negocio puede sostener el coste de un nuevo empleado, es necesario realizar un cálculo sencillo que nos permitirá saber el nivel de ventas mínimo que debe alcanzarse para cubrir este gasto.
El primer paso es sumar todos los costes mencionados (salario, Seguridad Social, prevención de riesgos, seguro de convenio y otros gastos asociados) para obtener el coste total del empleado.
Este coste total debe dividirse por el margen bruto de la empresa, que es el porcentaje de ingresos que queda tras deducir los costes directos de producción o adquisición de bienes y servicios.
Este margen bruto es un indicador clave para determinar la rentabilidad de las ventas.
Por ejemplo, si el coste total de un nuevo empleado es de 1.950 € mensuales y el margen bruto de la empresa es del 30 %, se necesitaría un incremento en las ventas de al menos 6.500 € mensuales solo para cubrir el coste del empleado (1.950 € ÷ 0,3 = 6.500 €).
No basta con cubrir el coste: el aumento de ventas debe generar rentabilidad
Es importante recordar que el nivel de ventas necesario para cubrir el coste del nuevo empleado es solo el punto de equilibrio. Para que la contratación sea realmente beneficiosa para el negocio, el incremento en las ventas debería superar este umbral. Un margen adicional de ventas permitirá no solo cubrir el coste del empleado, sino también generar beneficios que contribuyan al crecimiento y la estabilidad de la empresa.
Al planificar una contratación, es recomendable establecer un objetivo de ventas superior al nivel mínimo necesario. Este margen adicional es fundamental para que la inversión en personal contribuya a mejorar la rentabilidad del negocio y a respaldar su crecimiento a largo plazo.
Ejemplo práctico
Supongamos que una empresa está considerando contratar un nuevo empleado y, después de calcular todos los costes asociados, estima que el coste total mensual del trabajador será de 1.950 €.
Si el margen bruto del negocio es del 30 %, la empresa necesitaría un incremento en las ventas de al menos 6.500 € al mes para cubrir el coste del empleado.
Sin embargo, para que la contratación genere un beneficio real, sería recomendable apuntar a un objetivo de ventas superior a esta cifra, que permita un margen de ganancia y evite posibles problemas de liquidez.
Conclusión: Contratar con planificación y objetivos claros
Contratar un nuevo empleado es una inversión significativa que debe ir acompañada de un análisis financiero cuidadoso. Es fundamental evaluar todos los costes asociados, tanto directos como indirectos, y establecer un objetivo de ventas realista que permita no solo cubrir el coste del trabajador, sino también contribuir al crecimiento y la rentabilidad del negocio.
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