El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una figura jurídica que supone la posibilidad de que la empresa pueda suspender los contratos de trabajo de los empleados o reducir la jornada de éstos al verse afectada por causas económicas, técnicas u organizativas,
Durante este período, la empresa se ahorraría parte o la totalidad de los salarios de los empleados afectados por esta medida;
pero las empresas tendrían que seguir ingresando las cotizaciones de los trabajadores.
Los empleados afectados por un ERTE cobrarían la prestación por desempleo, o parte de ella, durante el tiempo en que este se mantenga. Al finalizar el ERTE, los trabajadores se reincorporarían a su puesto de trabajo, conservando todos sus derechos:
antigüedad, salarios, horario, etc.
El procedimiento de tramitación es complejo, y la normativa es estricta; ya que intervienen de forma preceptiva tanto la Autoridad Laboral como la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
En términos generales, un ERTE debe incluir las siguientes fases:
- Comunicación a los empleados del inicio del procedimiento.
- Comunicación de inicio del procedimiento a la Autoridad Laboral.
- Período de consultas con los representantes de los trabajadores.
- Informe de la Inspección de Trabajo.
No cumplir con la normativa podría tener consecuencias desastrosas:
- sanciones de la Inspección de Trabajo
- ERTE anulado
- trabajadores no puedan cobrar el desempleo.
Es imprescindible contar con el asesoramiento de expertos en Derecho Laboral para lograr los objetivos propuestos con el Expediente de Regulación de Empleo para la empresa y para garantizar que sean respetados los derechos de los trabajadores.
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